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¿Cómo podemos prever al futuro?

¿Cómo podemos prever al futuro?

En este artículo abordaré al proceso de decisión y análisis de riesgo versus la probabilidad del acontecimiento.

Así como en la vida, en las apuestas vivimos de recuerdos. Estas suelen convertirse en números, lo que permite que podamos calcular la probabilidad del acontecimiento más fácilmente y de una forma automática.

por Josué Ramos   |   comentarios 0
lunes, febrero 22 2016

Cuando hablamos del tiempo o de la vida, argumentamos siempre que debemos vivir el momento, el presente, el ahora. Pero desde mi punto de vista, la vida, el tiempo y el espacio o, como nos gusta decir, el ahora, no existe. No es más que un vacío entre la lucidez y la nostalgia, algo que no dura más que unos segundos...

Son algunos segundos de ilusiones que rápidamente harán parte del pasado. Hay una frase de un autor desconocido que lo explica claramente:

"Las cuatro cosas de la vida que no vuelven hacia atrás: la piedra arrojada, la palabra dicha y el tiempo pasado."

Lo que he acabado de decir ya no es más que un recuerdo. Lo que habéis acabado de leer ya pasó a la historia. Esto me hace pensar que vivimos de recuerdos.

Así como en la vida, en las apuestas vivimos de recuerdos. Lo que pasa es que estos recuerdos se convierten en números, todo para alcanzar la probabilidad real de que suceda un determinado evento.

Muchos apostadores se centran en ganar una apuesta. Buscan cuotas bajas, las dichas apuestas certeras, hacen apuestas acumuladas con cuotas mínimas, siempre están buscando a una "sure bet", como si un apostador tuviera por misión ganar todas las apuestas que hace. En esta fase podéis estar algo confusos. Entonces, ¿debemos apostar para perder?


¡Debemos ser indiferentes a eso! El apostador debe ver las cosas de una forma diferente. No importa si va a ganar esa apuesta o no. Os lo explico mejor.

Debemos siempre buscar valor en las apuestas punter, pero ese valor está relacionado con la diferencia entre el valor de las cuotas disponibles y la cuota justa. Este concepto es el mismo del juego de la moneda: 50% de hipótesis de que salga cara o cruz. De hecho, en 1000 lanzamientos de la moneda tendríamos probablemente un número muy cerca de 500 veces cara y 500 cruz, esto es, 50% de hipótesis para cada, lo que representa una cuota de @2. Pero a veces es como si la casa de apuestas dijera que uno de los lados de la moneda vale menos de @2. Esta es nuestra oportunidad, ya que en este caso hubo un error de análisis, por lo que el buen apostador aprovecha para apostar e invertir, sacando provecho de la cuota desajustada. En el largo plazo hay una tendencia para no ganar ni perder, pero si aprovechamos estas oportunidades podremos obtener ganancias.

Cualquier profesional de las apuesta sabe esto, por lo que el gran desafío es otro.

En el concepto que estoy presentando, si sabemos exactamente la probabilidad real de que un evento ocurra, estaremos en ventaja en relación a los demás. Sabremos lo que es una cuota de valor, lo que es una cuota justa y una sin valor. Dominaremos el mercado y e dictaremos las reglas para las casas de apuestas y demás apostadores. No estoy exagerando, ya que todas las cuotas en las casas asiáticos son manipuladas por los grandes señores de las apuestas, los grandes especialistas en las ligas en cuestión. Ellos mueven las líneas para donde desean y nos manipulan para que apostemos en los que les interesa.

Ya he hablado sobre esto en otros artículos, el hecho de que no somos videntes, pero ahora escribo todo un artículo sobre esta teoría.

El proceso de tomar decisiones

El foco de nuestro labor debe ser encontrar la probabilidad real de que ocurra un evento. Para eso disponemos de los datos estadísticos de los equipos, los recuerdos de que hablé antes, pero con eso lo único que haremos es imitar a las casas de apuestas, ya que con los números sacaremos las mismas conclusiones que ellos. En realidad, si no disponemos de información de calidad, podremos inclusivamente estar en desventaja.

En esta visión lo que hace la diferencia es la información, ya que con la información correcta podremos estar en ventaja con relación a las casas de apuestas, ya que necesitan confirmar informaciones antes de ajustar el valor de las cuotas disponibles, mientras nosotros apostadores podemos reaccionar más rápidamente y aprovechar cuotas de valor. No vamos a ajustar una línea a causa de cualquier información, sino con fuentes de calidad y de confianza. En este caso estaremos en ventaja.

En las apuestas lo que hace la diferencia es la información, la que podemos obtener de las fuentes más raras. Debemos siempre mantener la mente y los ojos abiertos. Ya he recibido información importante en foros y grupos de apostadores, en redes sociales y aplicaciones de mensajería. No podemos ignorar a ninguna fuente de información.

Ajustar a las cuotas es como ajustar los pesos en una balanza. Imagina a una balanza con pesos de ambos los lados. Colocamos en esta balanza el peso del equipo de la casa, esto es, el aprovechamiento del equipo en partidos en casa. Del otro lado colocamos el peso equivalente del equipo visitante en situaciones semejantes. Después valoramos a los resultados más recientes de los dos equipos, su momento de forma, además del peso de jugadores importantes que probablemente estarán ausentes. A partir de ahí hacemos pequeños ajustamientos con base en informaciones diferentes que podrán afectar al resultado final. Todo esto como si añadiéramos pequeños pesos para equilibrar la balanza.

En el final de este proceso de distribución de pesos tendremos la respuesta a la pregunta más importante de todas. ¿Cuál es la probabilidad de que suceda un determinado evento?

No prevemos el futuro, no tenemos esa habilidad, infelizmente, pero sí que podemos, con la ayuda de la matemática, prever las probabilidades de que ocurra un determinado evento. No importa lo que suceda. Podemos prever el hecho más raro, el que no será más que un número, representado por un porcentaje. En las apuestas somos fríos, calculadores y sin corazón. Cuando se trata de números, toda la frialdad del mundo es poca.

Trabajamos con los ojos en el futuro. Vemos probabilidades y variables. Prevemos a las acciones posibles. A veces ya no sé si lo hago solo con las apuestas, o si ya aplico este proceso a otras áreas de mi vida. Un apostador no puede ser nada más cuando está en frente a su ordenador, calculando las probabilidades de cada evento. Somos apostadores a tiempo completo. Pensamos en todo en la vida como si fuera una apuesta y analizamos las consecuencias de cada decisión, cada elección.

¿Dónde me lleva esta decisión? ¿Cuál será el siguiente paso?
Como en el ajedrez, anticipamos todos los movimientos posibles. Cada paso y su consecuencia pueden ser previstos. Podemos ver años en el futuro de probabilidades, pero eso no nos hace videntes. Son solo probabilidades, no la realidad. Nunca podríamos preverlo todo, ya que siempre hay alguna sorpresa.

Acordaos que en todas las apuestas hay siempre algún riesgo.

Necesitamos calcular los riesgos de cada decisión y saber si de hecho tiene valor, después de analizar al riesgo. No basta que la cuota disponible sea superior a la cuota justa para hacer una apuesta. Acordaos de que hay siempre un riesgo al hacer apuestas, por lo que es necesario calcular el riesgo. Debemos controlar las variables.

Lo más importante es que todo lo que he dicho sirve para una inversión, una apuesta, o lo que sea en la vida. Desde un beso robado y sus consecuencias, a la elección de un empleo, de una carrera. De una posible apuesta a un fondo de inversión. Todo son apuestas. Los riesgos son calculables, las probabilidades pueden ser previstas, el valor de casa decisión es evidente de acuerdo con la mejor posibilidad. No dejamos de robar un beso con recelo de que nos podamos apasionar. Así que no debemos dejar de apostar con miedo de perder la apuesta. Si calculamos los riesgos a largo plazo y las posibilidades son buenas, entonces seguimos en frente y apostamos. No tener miedo de arriesgar es importante en todo en nuestras vidas.

Riesgo vs posibilidades

¿Cuándo debemos dejar de apostar debido al riesgo?

  • Cuando el riesgo a largo plazo sea demasiado grande.
  • Cuando una decisión semejante repetida muchas veces sea desastrosa para nuestra banca.

Acuérdate que cada decisión debe respectar una estrategia, por lo que debe repetirse en situaciones semejantes. Esto nos permite controlar nuestras emociones y eliminar la duda, ya que cualquier decisión difícil debe ser analizada detalladamente.

Seremos conocidos en el futuro por nuestras decisiones en el pasado. Así que debemos pensar muy bien antes de cada decisión. En estos momentos los recuerdos son nuestros aliados. Nos dan la base y la experiencia para reconocer posibles errores. Pero no debemos tener miedo de arriesgar cuando las condiciones son favorables y aparezca alguna oportunidad. Pero ¿cómo podemos reconocer una buena oportunidad? Cuando la oportunidad aparezca sabrás. Lo puedes llamar de instinto, feeling, intuición o, simplemente, nuestro inconsciente en acción, haciendo cálculos automáticamente, tan rápido que nuestro consciente no consigue acompañar.


Este artículo fue el más nostálgico que alguna vez escribí en la vida y el más sincero. Espero que te haya gustado y que aproveches algún consejo, una palabra de motivación, ya que es lo que he intentado hacer.

Mi conclusión es libre. La reflexión está hecha y ahora tú mismo debes sacar tus conclusiones.

  • Lo único que voy a destacar es que no estamos aquí para acertar en todas las apuestas. Eso es imposible y no es necesario. Además, necesitamos errar para aprender y evolucionar, para crecer.
  • No intentes acertar una apuesta, intenta encontrar valor.
  • No te preocupes demasiado con las secuencias negativas, ya que en esos momentos suelen aparecer buenas oportunidades.
  • No debes tener miedo de arriesgar. Nunca debes tener miedo de arriesgar.
  • Las mejores oportunidades aparecen en los peores momentos. Es necesario estar atento para encontrar valor en cada oportunidad.

A fin de cuentas, no he enseñado a nadie a prever el futuro, ya que nunca lo podría hacer. ¡Ni tampoco vosotros! No somos videntes, somos apostadores. Prevemos las posibilidades y arriesgamos. Al final nuestras elecciones definen quienes somos. El pasado nos define. Nuestros recuerdos son nuestros guías en las elecciones futuras y en el trayecto que seguiremos mañana.

Espero que te haya gustado este artículo. ¡Un gran abrazo y buenas decisiones para todos!